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jueves, 28 de julio de 2011

Gran Premio de Hungría 2011. ¿Volverá el campeonato?

GP de Hungría 2011
CIRCUITO: Hungaroring (Mogyoród, Hungría)
LONGITUD: 4.381 km.
NÚMERO DE VUELTAS: 70 (306,630 km en total)
CURVAS: 16 (6 a izquierdas, 10 a derechas)
COMPUESTOS: Superblando y blando
DEGRADACIÓN DE FRENOS: Media-alta.

El segundo circuito más lento de todo el campeonato nos da la bienvenida con un interés creciente en el mismo. Tras los dos últimos grandes premios, en los que Vettel se ha dejado, sin duda, más puntos de los que le gustarían, llegamos a Hungaroring con la vista puesta en la mejoría experimentada por los Ferrari y los McLaren. Esperamos ver pelea.

Un poco de historia.

El circuito de Hungría fue el primer circuito de F1 tras el telón de acero, construido en 8 meses durante el año 1985. El circuito de Hungaroring tiene por bandera el ser uno de los que menos adelantamientos permite en todo el año. Al contrario que otros circuitos lentos, la acumulación de goma vuelta a vuelta, en lugar de mejorar el agarre y permitir una mayor velocidad, lo que hace es acumular más y más polvo, con lo que un efecto se compensa con el otro. La velocidad máxima del circuito alcanza únicamente 295 km/h, bastante lejos de los 306 km/h que se alcanzaban en Hockenheim.

Al principio, el circuito poseía una especie de bucle que ralentizaba aún más las vueltas. Tras las quejas de los pilotos, dicho bucle se eliminó, dejando una mejor trazada para disputar entre los pilotos, aunque Hungaroring es uno de los circuitos en los que menos adelantamientos podemos ver. Esto, unido a que es uno de los circuitos más feos del mundial, hacen que las carreras en Hungaroring sean bastante aburridas. Existen muy pocas zonas en las que se frena a fondo, por lo que el circuito es uno de los menos exigentes con la potencia del motor, pero más con los frenos y las ruedas. Además, el calor y lo revirado del trazado lo convierten en uno de los circuitos más exigentes con los pilotos.

Por contra, para los conductores es uno de los circuitos más divertidos, precisamente por lo revirado. Especialmente espectaculares serán las curvas 5 (en la que se derrapa como si fueras en un kart) y 10 (en la que se mete el coche esperando que agarre bien). La última curva es muy bacheada y ciega, dando a una corta recta de llegada que enlazará con otra apasionante vuelta en busca de la mejor tracción. Según los pilotos, a pesar del polvo, la pista puede mejorar mucho su grip y se puede acabar yendo 5 segundos más rápido en carrera que los viernes en los entrenamientos.

El circuito.

Salimos desde la única recta de entidad con que cuenta Hungaroring y llegamos a una primera curva muy cerrada en la entrada y abierta en la salida para ir a dar a una curva número 2 muy rápida que desemboca en la lentísima número 3. De ahí se saldrá a la curva 4 en la que el coche ya habrá alcanzado los 250 km/h para entrar en la segunda recta del circuito, en cuyo final se encuentra el fin del primer sector.

La curva número 5 nos abre la puerta del segundo sector y nos desemboca en el ángulo de la curva 6. Una pequeña recta nos lleva de esta a la número 7, una endemoniada y larguísima curva que se hace eterna. De aquí nos vamos al punto más complicado del trazado, la chicane 8-9, que se traza a tan solo 100 km/h. Otra pequeña recta nos mete en la rápida sucesión de las 10 y 11. La 12 es una curva a izquierdas, muy abierta y rápida y desemboca en otra corta recta que da a la curva 13, una esquina que nos llevará a terminar el segundo parcial.

El tercer parcial comienza en la recta que une las curvas 13 y 14, ideal para utilizar el DRS. La recta acaba en una esquina, la número 14 que enlaza con una complicadísima curva 15, una horquilla amplia, a izquierdas, lenta y dura para pilotos y coches. Sin quererlo casi, y lentamente, nos acercamos a la curva 16, otra curva de 180º, mucho más amplia, eso sí, que sale a la recta de meta y nos deja el tercer parcial cerrado con un tiempo total de vuelta de 1'20.9".

Los neumáticos y los frenos.

Pirelli ha elegido llevar a Hungría los dos neumáticos más blandos de su arsenal. No se espera que sufran demasiado, ya que la pista no permite acelerar mucho para después dar frenadas bruscas y el calor que hace ayudará a calentarse (quizá en exceso) a las gomas. En cuanto a los frenos, tampoco tendremos grandes desgastes ni grandes caídas de rendimiento, pues el freno se utiliza mucho en Hungaroring, pero nunca demasiado fuerte.

¿Qué ocurrió en 2010?
Puedes recordar cómo te lo contamos aquí.

En Hungría 2010 vivimos la emoción al límite. El mundial volvía a apretarse y sólo 20 puntos separaban al líder de aquel momento (Webber) del quinto clasificado (Alonso). El asturiano acababa segundo aguantando las embestidas de Vettel, que conducía un coche que era un segundo más rápido que él, a pesar del drive-through. Vimos también volar una rueda del coche de Rosberg y a un Robert Kubica montar la marimorena en el pit-lane.

La carrera.

No sabemos qué va a pasar. Los de Maranello parecen empeñados en aliarse con los de Woking y éstos con aquéllos para terminar con la hegemonía de la escudería austríaca en la Formula 1. Es muy difícil predecir si habrá emoción o no o si nos servirán alguna copa de aburrido moscatel de las viñas Sebastian. Sin estar tan abierto como el año anterior y sin la emoción de tener a los cinco grandes de la parrilla peleándose por un punto, habrá que esperar a que Red Bull vuelva a fallar para poder arrancar algún punto extra.

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