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Gran Premio de España 2014.
CIRCUITO: Montmeló (Barcelona, España)
LONGITUD: 4.655 km.
Nº DE VUELTAS: 66 (397.104 km en total).
CURVAS: 16 (9 a derechas, 7 a izquierdas).
COMPUESTOS: Medio (blanco)/Duro (naranja).
DESGASTE DE FRENO: bajo-medio.
El Gran Circo vuelve por fin a tierras europeas, comenzando el grueso de la temporada en el Circuit de Montmeló. Según todos los pronósticos, expertos, escuderías y demás, aquí podremos ver qué equipos están a la altura de Mercedes y podrán seguir su estela. En todas las quinielas aparecen los equipos con la misma motorización, además de los Red Bull, que parecen tener ya listas todas sus mejoras y cuya aerodinámica se presume muy eficaz.
Un poco de historia
El circuito de Montmeló se construye en España para sustituir a los antiguos circuitos de Montjuic, Jarama y Jerez, que se estaban quedando obsoletos en lo que a seguridad se refiere. Coincidiendo con los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992, la pista de Montmeló se comenzó a construir en 1990, año del último Gran Premio de España de Formula 1 celebrado en Jerez. Su finalización, antes de acabar el año, llevó a la organización del mundial a desplazar el GP a esta pista catalana en 1991, año desde el que se celebra el evento en Montmeló.
Como circuito, es uno de los que los pilotos conocen mejor. Siendo sede de varias sesiones de entrenamientos de invierno, el asfalto de Montmeló es viejo amigo de la mayor parte de los pilotos de la parrilla, que podrían dar una vuelta cuasiperfecta con los ojos cerrados. Viejo amigo del circuito es Michael Schumacher, que ha ganado aquí seis veces. Sólo Hakkinen fue capaz de ganarle aquí en un año en que ganó un mundial, en el año 2000.
El circuito
Volvemos a los circuitos que se recorren en sentido horario. La recta de salida, una de las más largas del año, acaba en una esquina de 90ºC, la curva Elf, en la que se pasarán de unos 310 km/h a unos 140 km/h en la primera frenada. Esta curva va a desembocar en la curva Renault y la rápida curva número 3, una amplia barriga que se toma en sexta y a 280 km/h para terminar el primer parcial justo antes de la curva Repsol.
Comenzamos el segundo tramo de la pista en una semihorquilla, abierta, pero de velocidad media, en cuarta, que enlaza con una corta recta y la curva Seat. Se sale a la curva número 6, una vértice que une dos semirrectas y que dará a la esquina número 7 y la curva número 8, similar a la 6. Esta enlaza con la curva Campsa, que da a la recta de atrás y al fin del segundo parcial.
La curva número 10, la famosa de La Caixa, se cierra para dar paso al sector más revirado del circuito. La sucesión rápida de las curvas del Banc de Sabadell, Europcar, 14, 15 y New Holland hacen de este sector el más lento, entrándose en el a 190 km/h y saliéndose, antes de la New Holland a 213 km/h. Una vez pasada esta última curva, más amplia, el coche alcanzará los 260 km/h antes de pasar de nuevo por la recta de meta, en la que se pisará a fondo el acelerador para llegar de nuevo a Elf y a otra vuelta.
Condiciones mecánicas.
Habrá mucho, mucho que decir. Tras un parón de tres semanas para trasladar todo el Circo a Europa, los equipos han trabajado a destajo para traer novedades a Barcelona. Entre las que ya conocemos, un nuevo chasis para Vettel en el RB10. Pero estamos seguros de que todos los equipos traerán muchas novedades, por lo que habrá que estar muy atento.
Montmeló es un circuito muy suave para las mecánicas, frenos y neumáticos de los coches. La goma que más sufrirá será la delantera izquierda que será, para muchos, determinante y limitante en algunos casos. En cuanto a frenos, los Brembo van a agradecer el "descanso" de Montmeló antes de ser torturados en Mónaco, donde sufrirán a base de bien.
Es el apartado motor donde quizá haya más dudas. Tras haber resistido bastante bien las temperaturas de un Bahrein descafeinado en este apartado (recordemos que se corrió mientras anochecía), Montmeló no debe ser un problema, pero también hay que tener en cuenta que el circuito español es muy ratonero, con pocas oportunidades de adelantamiento, y esto hace sufrir los motores, ruedas, etc. Veremos cómo terminan todos en este apartado, teniendo en cuenta que lo siguiente que toca es Mónaco.
La carrera
Aún a riesgo de parecer repetitivos, en Montmeló no esperamos otra cosa que no sea más tiovivo. En un circuito en el que los adelantamientos se venden caros y con el dominio espectacular de Mercedes en la parrilla durante los cuatro primeros Grandes Premios, casi nos atreveremos a decir que no existe posibilidad de ver otra cosa que no sea un nuevo carrusel en el que los coches vayan detrás los unos de los otros con Hamilton y Rosberg muy lejos de todos.
Sin embargo, también es Montmeló lugar de sorpresas. Quizá alguna de las escuderías haya encontrado un pequeño milagro que devuelva la sal al campeonato o sean los Mercedes los que hayan caído en un agujero. En cualquier caso, tenderemos que esperar al fin de semana para comprobarlo.
El circuito de Montmeló se construye en España para sustituir a los antiguos circuitos de Montjuic, Jarama y Jerez, que se estaban quedando obsoletos en lo que a seguridad se refiere. Coincidiendo con los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992, la pista de Montmeló se comenzó a construir en 1990, año del último Gran Premio de España de Formula 1 celebrado en Jerez. Su finalización, antes de acabar el año, llevó a la organización del mundial a desplazar el GP a esta pista catalana en 1991, año desde el que se celebra el evento en Montmeló.
Como circuito, es uno de los que los pilotos conocen mejor. Siendo sede de varias sesiones de entrenamientos de invierno, el asfalto de Montmeló es viejo amigo de la mayor parte de los pilotos de la parrilla, que podrían dar una vuelta cuasiperfecta con los ojos cerrados. Viejo amigo del circuito es Michael Schumacher, que ha ganado aquí seis veces. Sólo Hakkinen fue capaz de ganarle aquí en un año en que ganó un mundial, en el año 2000.
El circuito
Volvemos a los circuitos que se recorren en sentido horario. La recta de salida, una de las más largas del año, acaba en una esquina de 90ºC, la curva Elf, en la que se pasarán de unos 310 km/h a unos 140 km/h en la primera frenada. Esta curva va a desembocar en la curva Renault y la rápida curva número 3, una amplia barriga que se toma en sexta y a 280 km/h para terminar el primer parcial justo antes de la curva Repsol.Comenzamos el segundo tramo de la pista en una semihorquilla, abierta, pero de velocidad media, en cuarta, que enlaza con una corta recta y la curva Seat. Se sale a la curva número 6, una vértice que une dos semirrectas y que dará a la esquina número 7 y la curva número 8, similar a la 6. Esta enlaza con la curva Campsa, que da a la recta de atrás y al fin del segundo parcial.
La curva número 10, la famosa de La Caixa, se cierra para dar paso al sector más revirado del circuito. La sucesión rápida de las curvas del Banc de Sabadell, Europcar, 14, 15 y New Holland hacen de este sector el más lento, entrándose en el a 190 km/h y saliéndose, antes de la New Holland a 213 km/h. Una vez pasada esta última curva, más amplia, el coche alcanzará los 260 km/h antes de pasar de nuevo por la recta de meta, en la que se pisará a fondo el acelerador para llegar de nuevo a Elf y a otra vuelta.
Condiciones mecánicas.
Habrá mucho, mucho que decir. Tras un parón de tres semanas para trasladar todo el Circo a Europa, los equipos han trabajado a destajo para traer novedades a Barcelona. Entre las que ya conocemos, un nuevo chasis para Vettel en el RB10. Pero estamos seguros de que todos los equipos traerán muchas novedades, por lo que habrá que estar muy atento.
Montmeló es un circuito muy suave para las mecánicas, frenos y neumáticos de los coches. La goma que más sufrirá será la delantera izquierda que será, para muchos, determinante y limitante en algunos casos. En cuanto a frenos, los Brembo van a agradecer el "descanso" de Montmeló antes de ser torturados en Mónaco, donde sufrirán a base de bien.
Es el apartado motor donde quizá haya más dudas. Tras haber resistido bastante bien las temperaturas de un Bahrein descafeinado en este apartado (recordemos que se corrió mientras anochecía), Montmeló no debe ser un problema, pero también hay que tener en cuenta que el circuito español es muy ratonero, con pocas oportunidades de adelantamiento, y esto hace sufrir los motores, ruedas, etc. Veremos cómo terminan todos en este apartado, teniendo en cuenta que lo siguiente que toca es Mónaco.
La carrera
Aún a riesgo de parecer repetitivos, en Montmeló no esperamos otra cosa que no sea más tiovivo. En un circuito en el que los adelantamientos se venden caros y con el dominio espectacular de Mercedes en la parrilla durante los cuatro primeros Grandes Premios, casi nos atreveremos a decir que no existe posibilidad de ver otra cosa que no sea un nuevo carrusel en el que los coches vayan detrás los unos de los otros con Hamilton y Rosberg muy lejos de todos.
Sin embargo, también es Montmeló lugar de sorpresas. Quizá alguna de las escuderías haya encontrado un pequeño milagro que devuelva la sal al campeonato o sean los Mercedes los que hayan caído en un agujero. En cualquier caso, tenderemos que esperar al fin de semana para comprobarlo.
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