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miércoles, 30 de junio de 2010

¿Quién decía que Alonso no reconocía sus errores?

Como era mandatorio y esperábamos todos, al final, el que es un señor, se comporta como un señor.

Fernando Alonso se desmarca de la guerra dialéctica que Hamilton continuaba ayer tras las explosivas declaraciones del asturiano tras la carrera de Valencia. El piloto español, contrito, seguramente por el revuelo que han montado sus palabras alrededor del campeonato, ha publicado en su blog una nota de disculpa. En ella reconoce que habló movido por la frustración y desvía la atención del piloto de McLaren, que ayer le llamó "envidioso" y "amargado", evitando entrar asi en una nueva batalla mediática que los periódicos ingleses estarían más que contentos de impulsar.

'Por supuesto, entiendo que los comisarios tuvieron un trabajo difícil y que la decisión no era fácil. Lo que quería decir era que los pilotos que respetamos las normas, desgraciadamente, en esta situación, sufrimos mucho más que los que se la saltaron, aunque recibieran una sanción. No me refiero a ningún piloto en particular. Creo que debemos hablar calmadamente para estar seguros que estas cosas no pasen otra vez'. El piloto de Ferrari reconoce claramente que el error fue suyo y que las declaraciones hay que hacerlas en frío. Tres días después, con el ánimo más calmado, se puede reflexionar y meditar mucho mejor las cosas, teniéndolas, por tanto mucho más claras.

Se congratula Fernando también de la reunión extraordinaria que la FIA ha convocado para tratar el tema de lo ocurrido en Valencia. Aunque la federación ya ha anunciado que no se van a tomar medidas contra Ferrari ni sus pilotos por lo dicho tras el Gran Premio de Europa, sí que están convencidos de que hay que aclarar, de una vez por todas, la norma del Safety Car para que la próxima vez que salga, la carrera no quede tan rota ni modificada.

Tras disculparse, el piloto lamenta que Lewis tenga una ventaja de 29 puntos sobre él en el mundial, pero analiza el comportamiento de su F10B el domingo y piensa que están en la buena dirección para alcanzar a los de cabeza. 'Sólo necesitamos sumar 30 puntos más que el líder', señala.

Fernando Alonso no reconoce sus errores.

Los detractores del asturiano se llenan la boca cada vez que Alonso hace una declaración con esta afirmación. Fernando, dicen, siempre echa la culpa de sus errores a los demás: a la FIA, a los mecánicos, al coche...

Esta vez, a pesar de haber rajado como jamás se había rajado, Alonso ha salido al paso de todo esto y se ha disculpado, reconociendo su error. ¿Habrá sido para cerrar las bocas de todos los oportunistas que lo defenestran sólo porque le odian? Quizá. El caso es que no es la primera vez (ni será la última, qué duda cabe). En Mónaco también le vimos pedir perdón por estrellarse en los terceros libres y no poder ir a la calificación.

En Fernando Alonso, de todos modos, se está obrando un cambio. Sí es cierto que sus declaraciones parecen echar balones fuera (aunque tenga razón, todo hay que decirlo; es evidente que si una rueda se sale, no es culpa suya, pero da la sensación de que acusa a los mecánicos). Pero, sin embargo, cuando es él el que mete la pata, agacha las orejas y levanta la mano. 'Eh, aquí, he sido yo. Mea culpa'. Esto le honra, pues errar es humano. Y a los que le acusan, yo les diría que "herrar es equino".

Yo lo he señalado ya con anterioridad. Los tres años que lleva Fernando en blanco (y parece que serán cuatro) le han enseñado, sobre todo, humildad. No se pavonea tanto como hacía antes, ni quiere llevárselo todo por ser Fernando Alonso. Ha aprendido que con humildad se llega a todas partes y se queda muchísimo mejor. Así que, lo que eso conlleva, es asumir los fallos propios y pedir disculpas. Seguro que muchos de los dedos acusadores que se levantan contra él señalarán a Domenicali o a Montezemolo como los artífices e instigadores de esta nota de disculpa, porque no creen a Alonso capaz de pedirlas por sí mismo. Pues bien, si es así, bienvenido sea, porque le están dando una lección de cómo salir al paso de acusaciones que no quiere. Y si eso nos trae a un Fernando mucho más calmado y sosegado, ole. No nos gusta ver cómo se le roba una carrera, pero tampoco nos gusta verle enfadado y amargado por una decisión incorrecta de nadie. Es una verdadera lástima que los pilotos se comporten así.

Disculpas esperables.

Igual que Fernando ha querido deshacerse de toda esta mierda, hay un segundo en discordia que debería pedir perdón.

Del mismo modo que el español rajó de más el pasado domingo, ayer fue un enfadadísimo Lewis Hamilton quien tildó a Fernando de "amargado" y "envidioso". Esto también es una rajada y más cuando Alonso, como él mismo dice en su nota, no se refería a ningún piloto en particular, sino a la forma que tenía la FIA de aplicar las sanciones dejándolas sin sanción.

Yo estoy convencido de que Lewis, que también es un señor, no tardará en aparecer en algún medio pidiendo disculpas. Es lo que toca, todos estaban calientes y aquí paz y después gloria. El ardor hay que ponerlo en la pista y en el coche, no en los papeles, porque muchos de los que escriben en ellos, plasman lo que les da la gana con tal de ganar unos céntimos más. Y así, sin comerlo ni beberlo, podría haber empezado un desagradable cruce de descalificaciones entre uno y otro lado del problema que podría haber llegado a un desagradable incidente entre ambos, ambas escuderías y ambas hinchadas.

Así que, señores de la prensa deportiva, ustedes, como terceros en discordia, también deberían pedir perdón.

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