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martes, 19 de agosto de 2014

Max Verstappen, los pilotos jóvenes, el talento y la Formula 1

Como os habréis dado cuenta, últimamente hemos decidido no meternos en polémicas extrañas y limitarnos a comentar las carreras y poco más. Hemos metido mucho la pata con ciertos aspectos técnicos y nos han dado en los morros, como es normal. Pero ayer saltaba la noticia de que Scuderia Toro Rosso ha fichado, para 2015 al hijo del piloto Jos Verstappen, Max. Esto ocurre tan sólo una semana después de que lo ficharan para la escuela de jóvenes pilotos de la escudería y desplaza al piloto titular de 2014 Jean-Eric Vergne. Esto plantea muchas preguntas, problemas y polémica que, aunque queramos, no vamos a poder eludir.

¿Quién es Max Verstappen?

Max Verstappen es un joven de 16 años, nacido en Bélgica y que compite actualmente en el campeonato europeo de Formula 3. Siendo hijo de un antiguo piloto de Formula 1, comienza muy joven en el mundo del motor y con 15 años había sido campeón del mundo de karting en 2013 y doble campeón de Europa en categorías KF y KZ.

Este niño (porque es un niño) se ha subido a un monoplaza para hacer tests para la Formula Renault y acaba recalando en un equipo de Formula 3 en 2014. En el campeonato europeo, el joven piloto consigue ganar 8 carreras (hasta la fecha) encadenando 6 victorias seguidas (las tres de Spa y las tres de Norisring, en Alemania). Esto demuestra el talento que este piloto atesora y esconde, poniéndole en el ojo del huracán de los equipos de la categoría reina del motor. El doctor Marko, asesor de Red Bull Racing, se fija en él y a principios de este mes de agosto ficha por la escuela de pilotos de la bebida energética. El día 18, por la noche, se anuncia que el piloto será titular en la escuderia que dirige Franz Tostz.


17 añitos: el piloto más joven en debutar

Después de que Jaime Alguersuari estableciera el record del piloto más joven en debutar en la Formula 1 con 19 años y 125 días, el flamante fichaje de 2015 revienta el record, situándolo en 17 años y 164 días, si todo va como está previsto. Esto no quiere decir nada. Está claro que es un chico que tiene un gran talento, pero ¿de verdad hace esto bien a algún piloto o más bien es un handicap? ¿Qué pasará con otros pilotos que venían sonando fuerte? ¿Estará preparado para la competición al más alto nivel?


Primer escollo: su juventud

No nos engañemos. Todos sabemos que, habiendo talento del que tirar, no hay excusas que valgan y la juventud no puede ser un impedimento para correr en una escudería de primer nivel. Pero si hay algo por lo que se caracterizan los pilotos jóvenes es por su ímpetu en la pista. Recordemos la fogosidad de estrellas como Sebastian Vettel, Fernando Alonso o Lewis Hamilton o de pilotos de reciente entrada como Sergio Pérez, Romain Grosjean o Pastor Maldonado y que tantos problemas y disgustos han dado.

No vamos a negar los éxitos de los tres primeros, que acumulan siete títulos mundiales, pero tampoco vamos a olvidarnos de las refriegas que han tenido en pista con otros pilotos. Mención especial para Lewis Hamilton y sus sonados toques y desplantes con Felipe Massa de hace unos años. Y de los últimos también se ha hablado mucho últimamente, y no por su conducción fina y sensible. Pero vamos a centrarnos en el caso del inglés. Entró en este mundo como un elefante en una cacharrería, llegando incluso a desplazar al campeón del mundo vigente en el año de su debut. Su talento era evidente. Pero la agresividad con la que conducía, el orgullo subido con el que corría y lo que los medios y la propia escudería espolearon ambas características, convirtieron a Lewis Hamilton en un prepotente. Su fortaleza mental vino con la madurez. Es un piloto que ha madurado muchísimo en los últimos años, que ha templado mucho su carácter y que, ahora, es capaz de ofrecernos su mejor versión y darnos un espectáculo maravilloso en la pista.

 Esto es lo que algunos prevemos que puede pasar con Max. En los casos de Sebastian Vettel, Fernando Alonso o Lewis Hamilton, la escudería para la que pilotaban tenía una potencia más que probada y una solvencia en la pista decente. Pero Verstappen va a llegar a una escudería de segunda fila, que se revela como filial para Red Bull Racing y no como una escudería competitiva con la que podría aspirar a estar delante. Max, como todos los jóvenes, llega con hambre. Y no sólo hambre de victoria, sino también con hambre de probarse y de llevarse al límite. Y su juventud le convierte en un inconsciente.

Que nadie  se lleve las manos a la cabeza. Los jóvenes son y hemos sido así. Negarlo sí que sería para llevarse las manos a la cabeza. Y esa inconsciencia le puede llevar a lo más alto, pero también a ser un "rompecoches".

Segundo escollo: inexperiencia

Unida a esa inconsciencia de la juventud tenemos que comentar su inexperiencia. Verstappen apenas tiene experiencia en monoplazas. Aparte de haber sido campeón en karts (como muchos de los pilotos que hay hoy en la F1), sólo ha tenido un año en una categoría similar, como es la Formula 3 europea. Que, aunque prepara, no es suficiente.

Es bien cierto que ha ganado seis carreras seguidas hasta completar un total de ocho, en circuitos tan míticos como Spa, lo que habla de su talento. Pero un Formula 1 no es un Formula 3. Ni la competencia con pilotos del nivel de la Formula 1 es la competencia con los pilotos noveles de la Formula 3. El talento para competir al más alto nivel no es lo único que hay que tener. Y esto lo sabe muy bien Carlos Sainz Junior.

El hijo del mítico piloto de Rallyes lleva todo el año compitiendo en las World Series y va líder del campeonato. También en la escuela de jóvenes pilotos de Red Bull Racing, recibió una oferta de Caterham Racing para debutar al año que viene en su coche, similar a lo que hizo Daniel Ricciardo en HRT antes de dar el salto a Scuderia Toro Rosso. Sin embargo, con la cabeza mucho mejor amueblada, el piloto español rechazó la oferta porque quería tener más experiencia en monoplazas, ponerse más tiempo al mando de estos "animales" y templarse mucho más. Se habló de que fue el propio Helmut Marko quien lo rechazó. En cualquier caso, creemos que este movimiento de Verstappen podría dar al traste con las aspiraciones de Carlos. A pesar de que él mismo haya reconocido en un twitter que va a trabajar mucho más para llegar a la F1.

Primera ventaja: talento

No seamos simplistas tampoco. El hijo de Jos Verstappen tiene muchísimo talento. Ganar, con sólo dieciséis años, ocho carreras en la Formula 3 europea no ha sido fruto de la casualidad ni mucho menos. Encadenar seis victorias, tres de ellas en el circuito belga de Spa, tampoco.

Y en Red Bull Racing no son precisamente idiotas. Los descubrimientos de los últimos años, tales como Sebastian Vettel, Daniel Ricciardo o Danyil Kvyat los han realizado ellos. Pero si bien es cierto que con estos tres pilotos han dado la campanada, no podemos olvidar que también han tenido varios fiascos, como Alguersuari, Buemi o el propio Jean Eric Vergne. Estos tres últimos pilotos también han mostrado muchísimo talento, incluso llegaron a tener confirmado su sitio, para ser desplazados después. En el caso de Alguersuari, llegó a marcar dos veces un séptimo puesto en 2011. Pero la ventaja principal que tiene no es su talento.

Principal ventaja: valedor

Porque lo que les ha faltado a los pilotos fallidos de la escudería energética es su valedor. Los pilotos que han alcanzado la gloria de seguir corriendo en la Formula 1 han tenido el respaldo del doctor Helmut Marko, algo con lo que no cuenta Sáinz ni contaron Buemi ni Alguersuari.

Helmut Marko manda mucho dentro del organigrama de los equipos de los que es dueño Dietrich Mateschizt. Según las informaciones que podemos leer en todos los periódicos y revistas especializadas, es él quien toma las decisiones que afectan a ambas escuderías y con ello, a los pilotos que corren en ellas. Mark Webber se vio incluso afectado por los tejemanejes del austriaco. Como jefe del programa de jóvenes pilotos, es quien decide quien asciende o no a la Formula 1. Pero muchas veces, no es el talento el que cuenta, sino el dinero que el piloto puede reunir en forma de patrocinadores o la simpatía que levante en el antiguo piloto. Perder su confianza es perder el volante.

Y ganársela es tener un puesto casi seguro. A pesar de que Jean Eric Vergne ha llegado a marcar un sexto puesto, Marko ha debido pensar que no es suficiente para un Scuderia Toro Rosso, cuya única victoria en la F1 es la que marcara Sebastian Vettel en el año 2009 bajo una lluvia torrencial en Monza.

Posibles escenarios

El que mejor se podría presentar para Verstappen es que cumpliera con las espectativas y, ante una posible salida del tetracampeón del mundo (de la que mucho se habla por los pobres resultados que está obteniendo en 2014) promocionar a la escudería "titular" de la marca de bebidas energéticas. Pero la realidad es mucho más dura y la experiencia nos demuestra que lo más probable es que Max pueda acabar demasiado pronto su aventura en la Formula 1, habiendo dado al traste además con la carrera de otro prometedor piloto como es Carlos Sáinz Junior. 

Sin haber pilotado jamás en la Formula 1, sus resultados bien pueden ser pobres. Fijémonos en los resultados del último talento captado por Scuderia Toro Rosso. Danyil Kvyat llegó como un joven talento dispuesto y preparado para sobrepasar a su compañero. Sin embargo, las carreras en las que el ruso ha mejorado el resultado del francés han sido aquellas en las que el más veterano ha abandonado o ha tenido algún problema. ¿Alguien podría pensar que Max, sin haber tocado en su vida un F1, mejoraría los resultados de Jean Eric Vergne? A mí, sinceramente, me extraña mucho. Y con toda la presión puesta en él, como piloto novel y flamante fichaje, si los resultados no llegan, la moral puede bajar y acabar abandonando la competición por la puerta de atrás o arrastrándose en escuderías de segundo nivel como su padre.

Pero lo peor, sin duda, puede ser que deje a otro piloto como Carlos Sáinz Junior, que ya ha participado en tests de jóvenes pilotos, en invierno y en exhibiciones con el monoplaza de Red Bull Racing, dejando muy claro que él sí tiene el talento y la madera necesarios para conducir un monstruo. Al esperar para tener su debut, el piloto español podría haber perdido una gran oportunidad de subirse a un monoplaza lo antes posible. Aunque lo cierto es que si sigue demostrando que su pilotaje es tan digno de admiración como hasta ahora, otra escudería podría fijarse en él. Porque lo de desplazar a Danyil Kvyat, con la cantidad de dinero que trae a la escudería, está casi descartado por completo.

Concluyendo...

Lo de Max Verstappen nos parece un movimiento muy torpe. No negamos su capacidad ni su talento, ni mucho menos. No vamos a negar tampoco que su sitio pueda estar en la F1 en un futuro. Pero decimos bien cuando hablamos de un futuro. A pesar de todo su talento, Helmut Marko debería habérsela envainado, como decimos por aquí, y dejar que el muchacho dominara su inexperiencia y madurara un poco más. Quizá Max traiga mucho dinero consigo, no lo sabemos y quizá sea esta la razón por la que llega antes que Carlos Sáinz Junior. Pero con la actitud que está manteniendo con algunos de sus fichajes, nosotros, humildemente y como aficionados, pensamos que lo que van a conseguir con la subida de Verstappen a la máxima categoría es hundir a dos grandes pilotos: al holandés, porque podrían quemarlo antes de tiempo, hundiéndolo en su inexperiencia; y al español, cortándole las alas y taponándole su entrada en un mundo que le llama desde hace tiempo y al que le ha pedido que le espere a que esté preparado.

Marko será un gran gestor, tendrá un gran ojo para seleccionar candidatos. Pero en este caso, creemos que se equivoca plenamente.

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