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lunes, 10 de noviembre de 2014

Gran Premio de Brasil 2014: Ventaja reducida

Gran Premio de Brasil 2011
CIRCUITO: Autódromo Jose Carlos Pace (Interlagos, São Paulo, Brasil)
LONGITUD: 4.309 km
NÚMERO DE VUELTAS: 71 (305.909 km en total)
CURVAS: 15 (10 a izquierdas, 5 a derechas)
COMPUESTOS: Blando/Medio
DEGRADACIÓN DE FRENOS: Media

Finalmente no hubo lluvia. Después de haber habido previsiones de fuertes aguaceros durante toda la semana, el agua no hizo su aparición en todo el fin de semana y nos dejó ver una carrera en seco. Carrera que nos ofreció partes muy bonitas, como la lucha entre Sebastian Vettel, Fernando Alonso y Daniel Ricciardo o el carrerón de Lewis Hamilton tras perder más de siete segundos por un trompo. Pero sobre todo, nos deja un mundial que no está tan abierto como quieren hacernos creer.

Tres pilotos peleones

Cuando se dio la salida ayer en Interlagos, Fernando Alonso estaba convencido de que Daniel Ricciardo le pasaría en los primeros compases: zona sucia, asfalto nuevo... Pero el australiano no sale tan bien como cabría esperar y es el español quien mantiene su posición. Quien sí da la batalla es Sebastian Vettel, pero el de Scuderia Ferrari le gana la partida en primera instancia al alemán y se pondría por delante hasta la parada de Sebastian Vettel para poner los medios.

Un poco más atrás iba su compañero, casi una prolongación. Pero como con miedo. Casi parecía que Daniel Ricciardo tuviera órdenes de no pelear con su compañero. Si bien es cierto que el ataque del aussie en los primeros compases fue bastante más intenso y libró a Fernando Alonso de haber sido adelatando antes, luego se inhibió bastante y, a pesar de poder enseñarle el morro a su compañero, no lo hizo. Luego supimos que tenía problemas en la suspensión, que le hicieron abandonar.

Los dos pilotos que quedaban lucharon en la distancia. Sebastian Vettel entró a cambiar sus gomas antes de que lo hiciera el español y eso le valió para hacerse con una posición que Fernando Alonso ya no podría recuperar, como él mismo reconoció tras la carrera.

Los pilotos de rojo, peleando de tú a tú

No habíamos visto esta lucha en mucho tiempo. Hemos tenido que esperar a Interlagos, con una Scuderia muy mermada, pidiendo ya la hora para que acabe este mundial nefasto para ver a sus dos pilotos frente a frente. Aún así, no hubo color. Fernando Alonso llegaba a la posición de Kimi Räikkonen y el finlandés tapó muy bien el avance del español, que al final encontró el hueco para pasar. Y ambos nos regalaron uno de los momentos más bonitos de la carrera de ayer. Desde nuestra humilde posición, en este blog, no creemos, igual que no creyó el piloto español, que pudiera alcanzar a Sebastian Vettel en la pista. Así, Kimi Räikkonen hizo muy bien. Ayer corría para él, no para el equipo. Porque el equipo no habría ganado mucho más. Y queremos darle las gracias por habernos dado esos momentos ayer

A Antonio Lobato ayer se le llenaba la boca hablando de la Scuderia, preguntándose dónde estaba el equipo, que siempre hablaban del equipo... Y que estaba desaparecido. He llegado a leer en algún medio que Kimi Räikkonen empezaba a defender a Sebastian Vettel que era más compañero suyo ya que el español. Y yo digo que no se puede ser tan simple. Tanto Kimi Räikkonen como Fernando Alonso son pilotos campeones del mundo. Tienen ansia por ganar e ir delante. Y si estaba claro, como veíamos nosotros, que el ovetense no iba a poder adelantar a Sebastian Vettel, el equipo poco podía hacer u ordenar. Fueron pocas vueltas, pero qué vueltas... Ojalá todo el mundial hubiera sido así y hubiera habido más coches metidos en la lucha por la victoria.

Así que, desde aquí, gracias a los dos pilotos de Scuderia Ferrari por habernos endulzado el GP de Brasil un poquito más.

El espectáculo de Mercedes

Estaban delante como lo han estado todo el año. Ayer, Nico Rosberg sí pudo conservar su pole en la salida, sin errores, sin fallos. Al que se veía mucho más nervioso era a Lewis Hamilton. Durante los primeros compases de la carrera, parecía que el inglés iba más calmado, más pausado, sabiendo que le valía con ser segundo, tanto en Interlagos como en Abu Dhabi, para ser campeón del mundo.

Pero al inglés se le debió cruzar algo por la cabeza. Con el paso de las vueltas, veía que podía recuperarle tiempo a Nico Rosberg, que respondía tímidamente, recuperándole sólo parte del tiempo que había perdido con su compañero. Y Lewis Hamilton dejó la calma a un lado y se lanzó a la conquista de un título que veía muy cerca. Tanto como a una victoria. Pero su hambre de título le jugó una mala pasada: se marcó un trompo que le hizo perder casi siete segundos.

Su reacción no se hizo esperar y se lanzó a por Nico Rosberg. Recortó poco a poco. Superó doblados rápidamente y se colocó muy cerca del alemán. Pero éste estaba tranquilo, estaba calmado y corría con todas las cartas amarradas. Se sabía ganador en Brasil y así lo hizo. Aquí no somos dados a especulaciones, pero visto el resultado y cómo controló los envites de Lewis Hamilton, ¿podría haber estado jugando con él, esperando que esa agresividad le regalara un error del inglés, incluso causando su abandono? Ahí lo dejamos.

Lo que estuvo claro es que si no fue así, al menos sí pusieron el picante a la carrera. Aburrida de principio a fin, sin adelantamientos apenas y con los coches en fila durante mucho tiempo, la pugna entre los dos pilotos de Mercedes AMG Petronas fue de lo más interesante que pudimos ver ayer. Muchos deseaban ver a Lewis Hamilton delante; otros, como el que os escribe estas líneas, preferíamos ver a Nico Rosberg en lo más alto del podio, para que Abu Dhabi tuviera más chicha. En cualquier caso, tuvimos suerte por haber podido presenciar un carrerón del inglés recuperando lo perdido.

El mundial, casi sellado

No nos engañemos. Que ayer Nico Rosberg quedara por delante de su compañero nos deja la misma situación en el mundial, con Lewis Hamilton 17 puntos por delante. Estos 17 puntos obligan al alemán a acabar no sólo por delante sino varias posiciones. Incluso ganando el Gran Premio en Yas Marina, necesita que algún monoplaza se interponga entre él y su compañero, dejándole tercero, de forma que quedara tres puntos por delante y a Lewis Hamilton con un palmo de narices. Desde aquí, lo que deseamos, es que no se resuelva como el mundial de 2008, en la última curva y con los Rosberg (familia y amigos) celebrando un mundial que se esfuma en el último suspiro. No vamos a esconder tampoco nuestra preferencia por el piloto alemán, pero siendo justos, y con diez victorias en el bolsillo este año, el que más merece la corona es Lewis Hamilton.

Aquí estamos esperando a Abu Dhabi, el día 23, para ver cómo se resuelve esto.


#ForzaJules

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