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lunes, 2 de marzo de 2015

Pretemporada 2015 (II): Montmeló

Han sido ocho días de intenso trabajo tras los que hemos podido sacar alguna conclusión más clara. Los datos son los datos, y nosotros crudos no los tenemos (ni los vamos a tener, no alucinéis), pero tampoco cocinados. Lo más que podemos hacer es comentar los datos que sí tenemos, remarcando algunas claves que nos darán una idea bastante acertada de lo que podemos encontrarnos dentro de algo menos de dos semanas en el circuito de Albert Park, en Australia.

Y si bien hay alguna sorpresa, la situación con respecto al año pasado no va a cambiar demasiado. Vamos a ir desgranando el por qué.

Mercedes y Williams, los que asustan

Ni los alemanes ni los ingleses han dejado de estar arriba. El año pasado, las factorías de Brackley y Grove pusieron toda la carne en el asador. Este año no han sido menos. Son las dos marcas que mayor dominio del motor Mercedes híbrido han conseguido. En 2014 y 2015. Y ambas pueden permitirse hacer verdaderas virguerías.

Esto es especialmente cierto en el caso de Mercedes, que ha vuelto a mostrar su poderío. Sus tiempos en las tandas largas y en clasificación han demolido los de sus rivales. Y nos tememos que eso sólo pueda ser la punta del iceberg. Ventajas de hasta un segundo con los neumáticos blandos mientras los demás hacían los tiempos con los superblandos son ya incompensables. Si partimos de que el año pasado ya eran los reyes indiscutibles, el fabricar el motor que utilizan les convierte en el único equipo que ha podido dedicarse a probar soluciones aerodinámicas y mejoras que encajar mejor en su diseño para 2015.

Junto con ellos, los chicos de Frank Williams parecen haber sido los únicos que le han sacado un rendimiento válido a estos tests de pretemporada. Han completado más que de sobra el programa, recogido todos los datos necesarios y unos pocos más. No sabemos si podrían darle guerra a los de Toto Wolff, pero sí que podemos decir que están afianzando la segunda posición del año pasado. Incluso se han atrevido a probar soluciones curiosas (que otros con mucho más conocimiento que nosotros han analizado ya) que podrían estar en pista y podrían llevarles algo más cerca de los de Mercedes (aunque no creemos que sea así).

Sauber y Ferrari, no tanta sorpresa

Tras ver cómo el año pasado los motores Ferrari zozobraban para acabar una temporada más que mediocre, este año parecían haber mostrado mucha más fortaleza.

Si nos vamos a lo que ocurrió en Jerez, los tiempos de los equipos motorizados por Ferrari eran más que brillantes. Sin embargo, aquello era fuego simulado. En Montmeló llegó el momento de probar en serio. Y de que los equipos dejaran caer sus máscaras, al menos parcialmente. Y a Ferrari, aunque suponemos que puede estar escondiendo algo, ya se le ha visto la patita. No están tan fuertes, aunque exista una mejora respecto al año pasado.

El que sí parece haber dado un salto cualitativo es Sauber. Este año, aunque sólo sea en los tests, parecen haber encontrado un camino para salir del pozo. No sólo eso, sino que al verse sustituídos por otros, este año llegarán a la Q2 o incluso la Q3 con mucha más facilidad. Lo que quizá si pueda lastrarlos es la bisoñez de sus pilotos. Nasr y Ericsson aún tienen mucho que aprender (aunque el segundo ya lleva dos años en la categoría). Sin embargo, podrían perder esta mejoría a poco que se pongan las pilas los que, supuestamente, están detrás. Si no son capaces de afianzar esta aparente mejora, Sauber volverá a estar en verdaderos problemas.

Los motores Renault de la bebida energética

No es posible decir dónde están. Quizá sea más fácil con los Toro Rosso, que intuímos que no estarán mucho mejor que el año pasado. Aunque es posible que por los incidentes en pista hayan conseguido entender mejor el motor francés que sus hermanos mayores, tienen menos recursos con los que desarrollar ese control. Si a esto le unimos que son la cantera de Red Bull, la inexperiencia puede ser también un lastre, como con Sauber.

En Red Bull, como ya dijimos en Jerez, siguen con problemas para adaptarse al motor Renault. Quizá el mayor problema que tengan para esto es que Newey se ha desmarcado ligeramente del proyecto de F1 y que su ingeniero aerodinámico, Prodromou, ha emigrado. Pero lo cierto es que en Red Bull siguen los problemas para adaptarse a los motores híbridos y siguen teniendo problemas. A pesar de ello, no se los puede descartar. El hecho de que Ricciardo haya conseguido grandes tiempos y grandes tandas cuando el coche se lo ha permitido, indica claramente que tienen mucho potencial que exprimir y hay que tener cuidado con ellos.

¿Y McLaren?

Pues ni están ni se les espera.

A pesar de que en esta última tanda han tenido un día muy bueno (el viernes 27, en el que dieron más de 100 vueltas), el resto del tiempo han estado limitados por fallos técnicos, averías e incluso rediseños, como el de la famosa junta de la MGU-K que tantas vueltas ha dado. A lo que hay que añadir toda la polémica extradeportiva por el accidente de Alonso en la primera tanda de tests en Barcelona y el supuesto oscurantismo con el que se ha llevado todo.

Así, ellos mismos no esperan ser competitivos hasta que el circo se traslade a Europa. Eso significa cuatro GPs padeciendo (si es que no son más, ojo). En Australia, si terminan (o incluso si llega Fernando Alonso, que tampoco está claro) será un verdadero milagro. Así que, salvo sorpresa, McLaren va a ser quien sustituya a Sauber en la Q1.

Sin embargo, hay esperanza para los de Woking. Hemos visto cosas muy interesantes y el coche parece haber nacido bien (problemas de motor aparte) cuando ha podido rodar. Si los japoneses de Honda son capaces de solucionar los problemas técnicos que han sido tan patentes durante la pretemporada, serán una fuerza a tener en cuenta. No sólo porque, a todas luces, sean la pareja de pilotos más sólida de la parrilla, sino porque tendrán en sus manos una gran máquina a la que exprimir y sacar petróleo.

Los demás, pues a su ritmo

Poco puede decirse de los Lotus, Force India y Manor Marussia (que es Marussia renacida y a la que la FIA le ha dado permiso para competir en 2015). Quizá los más reseñables sean los asiáticos, que llegando sólo a la mitad de la segunda tanda de tests, se han ido con una cantidad de datos ingente y una cantidad de vueltas enorme. Lotus han mejorado mucho al comprar el motor Mercedes, sobre todo en fiabilidad, ya veremos si en pista. Y Manor... pues han entrado al final, así que ni los hemos visto ni los vamos a ver hasta que no pisen Albert Park. Pero diría que son dos de las cinco plazas de la Q1.


¿Qué podemos esperar en Australia entonces?

 Pues, le pese a quien le pese, sólo podemos esperar más de lo mismo: Mercedes arriba, Williams intentando llegar y Ferrari, Red Bull y lo que quede de Lotus/Force India. En la Q1 me atrevo a decir que caerán Manor, McLaren y bien un Sauber, bien un Toro Rosso (el de Sáinz, diría, por mucho que me duela; veo a Verstappen algo mejor situado, aunque no me guste reconocerlo y le haya dado mucha cera). En la Q2 se irá Sauber/Toro Rosso (en cualquier caso, tres coches) y bien Force India o Lotus o uno de cada.

Nos quedan sólo quince días, muchachos. Y la emoción está servida. ¡Nos vemos en Albert Park!

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