Gran Premio de Canadá 2015. Difícil entrada.

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Gran Premio de Canadá 2015.
CIRCUITO: Gilles Villeneuve (Montreal)
LONGITUD: 4.361 km.
Nº DE VUELTAS: 70 (305.270 km en total).
CURVAS: 9 (3 a izquierdas, 6 a derechas).
COMPUESTOS: Blandos  / superblandos.
DESGASTE DE FRENO: Medio-alto.

Esta no va a ser una entrada post-carrera normal. Os lo voy avisando ya. Sí, podría haber escrito una entrada posterior, analizar la carrera como hago siempre y luego dar rienda suelta al rollo que os voy a contar, pero como total en Canadá no pasó nada reseñable, excepto el abandono humillante de MCLAREN, sobre el que ya han corrido ríos de tinta, tampoco se puede comentar nada reseñable. Pero sí puedo comentar, como voy de hecho a hacer, la enorme decepción que me supone ver la F1 en las últimas dos temporadas.



Esto ya no es Formula 1

Llevo más de treinta años viendo Formula 1. He visto correr a campeones como Rosberg, Piquet, Mansell, Prost o el gran Ayrton Senna. He visto victorias como la de Panis en Mónaco en 1996. He visto dominios espectaculares como el de Schumacher. Pero en aquellos tiempos, incluso cuando el káiser se paseaba por todas las pistas, era Formula 1: tecnología puntera, velocidad y un mono conduciendo una lata diseñada por otros monos para ser más rápidos que otros monos en sus otras latas. Esto es lo que debería ser la Formula 1: superar las fortalezas de los pilotos y coches de otras escuderías al mismo tiempo que superas tus propias debilidades y las de tu equipo. Lo he repetido aquí muchas veces.

Pero la Formula 1 de 2014 y 2015 no es Formula 1. Es un tiovivo. Son dos coches, sobre los que hay sospechas de ayudas de la FIA (cacareadas por el propio supremo Ecclestone), ganándolo todo mientras los demás pelean por llegar a su nivel sin alcanzarlo jamás. ¿Por qué pelotas, digo, está todo tan rígido?

Necesitamos que haya mucha más pelea, mucha más tensión. Y para eso las escuderías deben poder maniobrar con flexibilidad. La manía de los recortes y la austeridad, la manía de las restricciones de gasto... están acabando con este deporte. No queremos ver escuderías como MANOR arrastrándose por las pistas para abandonar en dos años. No queremos ver el prestigio de equipos como MCLAREN tirado por los suelos gracias a restricciones de gasto estúpidas y absurdas. Queremos ver coches competir. Queremos ver adelantamientos como el de MASSA al SAUBER, luchado pero noble. Y mientras se pongan trabas al desarrollo, sólo para poder mantener fiascos como los que supusieron Hispania y Caterham en su momento (y la amenazada MANOR, ojo), seguiremos viendo tiovivos ridículos y absurdos.

Por primera vez, en tantos años, me estoy planteando dejar de ver las carreras.