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lunes, 9 de junio de 2014

Gran Premio de Canadá 2014. Merci beaucoup, Gilles!

Gilles VilleneuveGran Premio de Canadá 2014.
CIRCUITO: Gilles Villeneuve (Montreal)
LONGITUD: 4.361 km.
Nº DE VUELTAS: 70 (305.270 km en total).
CURVAS: 9 (3 a izquierdas, 6 a derechas).
COMPUESTOS: Blandos (amarillos) y superblandos (rojos).
DESGASTE DE FRENO: Medio-alto.

Y como si el propio Gilles Villeneuve nos hubiera echado un cable, el circuito que lleva su nombre nos dejó una de las mejores carreras del año junto con la de Bahrein. Un hombre salió ayer reforzadísimo, otro contentísimo, algunos muy decepcionados y unos en concreto, haciendo el ridículo. Pero vamos por orden, que lo primero es lo primero.

Diversión a las ocho de la tarde.

Podíamos habernos equivocado, por supuesto, pero lo cierto es que viendo los entrenamientos libres, el Gran Premio de Canadá nos prometía muchas emociones. Mercedes parecía estar perdiendo fuelle y otros equipos recuperándole terreno. La clasificación, empero, nos puso las ilusiones un poco en negro, con otro doblete de los chicos de la marca de la estrella, aunque la lucha por arriba entre ambos prometía. Y no decepcionó.

Desde la mismísima salida, la lucha entre HAM y ROS fue encarnizada. A pesar de que el coche de seguridad que neutralizó la primera vuelta tras el accidente de los dos Marussia circulara durante más vueltas de las deseadas, VET se intercaló entre ambos en esas primeras vueltas. No duraría mucho, pues el despiste inicial de HAM se vio compensado por la fortaleza de su monoplaza. Pasó al alemán como un cohete. Creo que alguna de las pegatinas que cubría el Red Bull aún no se ha posado.

Pero no era lo único que había por ver. RIC se había quedado atrás, saliendo algo mal, pero con una estrategia clara: proteger todo lo posible los neumáticos superblandos, tirar más vueltas con ellos y dejar el rendimiento máximo para los blandos. Los Williams se batían el cobre entre ellos, acosando a VET y acercándose peligrosamente a los Mercedes con una velocidad punta increíble. Los Force India aseguraban un tratamiento especial de las ruedas, alargando su parada hasta lo indecible, colocándose en las posiciones de cabeza. PER y HUL se aferraban al top cinco y con su insuperable velocidad punta en la recta principal, se aseguraban que los coches que los perseguían no los alcanzaran ni abriendo el DRS. 

Y entonces en Mercedes se mascó la tragedia. La MGU-K fallaba. Y no era lo único. Los frenos se venían abajo. HAM abandonó.

Todos los demás apretaban. MAS ponía su coche con velocidad de crucero para pasar de la octava a la quinta posición en apenas dos vueltas. BOT desfallecía y quedaba por detrás. RIC puso el pie en la tabla y ya no lo retiró hasta que paró el coche. PER saboreaba el podio. Y, por delante, ROS tiraba de cabeza para manejar un coche que perdía potencia, que no frenaba y conseguir la mayor renta de puntos posible.

Muchos recibieron pobre premio a tanta lucha y merecieron mucho más. Pero los que sí recibimos justo premio a nuestra fidelidad, a permanecer delante de tanto tiovivo un fin de semana tras otro, fuimos los espectadores. Y si el premio es este, yo no me retiro.

Ricciardo gana su primera carrera.

RIC ayer era el hombre más feliz en Montreal. Cierto es que la carrera acabó tras el safety car por el accidente de PER y MAS en la última vuelta y no es así como desearía haber acabado. Pero ROS era el único que podía aguarle la fiesta y, con el coche bajo mínimos, no lo iba a hacer, prefiriendo guardarse 18 puntos en el bolsillo que perderlos todos.

Es hora de felicitarle. Esperamos que ayer, tras la batalla que presentó y la temporada que lleva superando a su compañero de equipo en casi todas las ocasiones, solo fuera el principio de una larga serie de éxitos. Personalmente, creo que RIC es un gran tipo que merece muchísimos éxitos.

Rosberg le gana la partida a Hamilton. 

Lo cierto es que ya declararon ambos que habían hablado y todo estaba arreglado, pero ayer podría haberse abierto otra brecha entre ambos. El Gilles Villeneuve es el circuito talismán del inglés, pero el actual líder de la clasificación se salvó de los problemas mecánicos y se repuso bastante mejor. Y esto va a ser un palo bastante grande para la moral de HAM. Ayer ganó la fortuna, pues ambos coches sufrían en los mismos aspectos, pero el alemán corre en casa (recordemos el origen de Mercedes) y además ahora está a 22 puntos de su compañero de equipo y por delante en el mundial.

Se oyen tambores de guerra y no sabemos a quién va a favorecer. ROS sale reforzado, pero HAM habrá salido dispuesto a reponerse. 

Pérez y Massa: la Formula 1 es injusta.

Dieron una pelea enorme. Se enfrentaron en la pista. Y los dos perdieron.

MAS demostró ayer por qué es y será siempre un segundón y por qué su compañero de equipo le moja siempre la oreja, a pesar de ser más inexperto. No tuvo ambición, no tuvo el instinto que se espera de alguien que pudo ser campeón del mundo en 2008. Pudo adelantar varias veces en varias vueltas, pero cuando al final se decidió, se quedó sin premio. Y lo peor es que dejó sin premio a PER. Y pudo haber sido peor, porque ambos pilotos pasaron uno por detrás y otro por delante de VET.

Fue injusto porque los dos equipos habían peleado de tú a tú y se quedaron ambos con la mitad del premio. Fue injusto porque los dos pilotos habían dado un gran espectáculo y se quedaron a cero. Fue injusto porque nos hicieron disfrutar muchísimo. Pero no se puede ser un segundón y querer aspirar a ser el número 1 en el último momento. Y eso fue lo que le pasó a MAS ayer.

Al menos, los dos pilotos están bien.

El ridículo de Ferrari

Resulta muy curioso, pero la escudería más laureada de la historia de la F1 está haciendo el ridículo más espantoso. Parece como si quisieran vivir de glorias pasadas y eso, como sabemos, no puede ser. 

Ayer dieron otro recital de cómo la Scuderia está iniciando una debacle irreversible. Habían cacareado toda la semana que vendrían con mejoras. Y si bien es cierto que mejoraron, cerrando en casi medio segundo el gap con los punteros, lo que también es cierto es que a la hora de correr tienen seis coches por delante, cuando no ocho. Y si las mejoras se planifican para climas fríos, como fue el caso de la nueva tapa motor que traían a Canadá, pues mal vamos, porque la temporada entra en clima estival.

Ni siquiera el que hayan incluido otro ingeniero más en el equipo de RAI le salvó de la quema. Y ALO, a pesar de que hizo todo lo que pudo, no pasó del sexto puesto. Si tenemos en cuenta los tres abandonos por  delante, su destino era ser noveno. Quizá fue el problema con el caudalímetro, similar al que tuvo RIC en Australia. O quizá no. Pero lo cierto es que ayer volvieron a morder el polvo y las esperanzas de los Ferraristas, pisoteadas por ellos mismos.

Ferrari tiene que reflexionar: lleva años sin rumbo. Sin cabeza. Si no han hecho el ridículo en los últimos cuatro años no ha sido porque el coche fuera competitivo, sino porque ALO ha sabido sacarle petróleo a una cafetera que no daba ni agua. No sirve evolucionar el coche. No sirve heredar aerodinámica. Hay que arriesgar desde el principio y construir un coche totalmente renovado. Y si no funciona, volverlo a hacer. Pero con remilgos, se acaba décimo.

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